jueves, 27 de agosto de 2015

cap 9 ( constelaciones )

Se metieron en los coches militares, eran parecidos a unos todoterrenos con estampado de camuflaje como sus uniformes.
-Parece que nos vamos de safari- intentó animarla Jake.
- Bueno, de safari por África yo no...- Jake hizo callar a Nimb, quien no había pillado el chiste.
Anabeth entró en el coche sin decir palabra. El coche no era mucho mejor por fuera que por dentro, en el interior tenía dos bancos a los lados para tres o cuatro personas en uno de los cuales subieron Nimb, Anabeth y Jake.
Cada uno estaba sumido en sus pensamientos, Nimb se estaba imaginando cómo sería su padre, lo había visto en algunas fotos que su madre tenía en su casa de Phoenix, incluso creía se acordaba de algunos rasgos de su cara. Su madre le había dicho que tenía los ojos de su padre y siempre que se miraba al espejo y se fijaba en sus ojos se imaginaba a un hombre con el pelo castaño y ojos como los suyos que le sonreía.
Jake también pensaba en su familia, pero especialmente en su hermano. Ambos dos habían estado siempre unidos, se acordó cuando ganaron su primer partido de fútbol y cuando su hermano se cayó en una fuente y cogió un constipado enorme que luego le pegó a él, cuando a los diez años les habían regalado a los dos un ebook porque eran una ruina con lo mucho que leían... Sonrío al acordarse de cuando se había metido con uno de sus compañeros y su hermano había salido a ayudarlo, los dos habían acabado bastante mal, pues el niño tendría dos años más. Se acordó de cuando su padre había enfermado y su madre estaba de viaje, su hermano mayor había cuidado de ambos y aun así ellos habían seguido haciendo de las suyas durante todo el tiempo. Recordó también el día que sus padres les comunicaron que cambiarían de colegio y Dake se había pillado una rabieta enorme y había gritado a sus padres porque no quería dejar a sus amigos, Jake tuvo que hablar con él para hacerle entrar en razón aunque a él tampoco le agradaba mucho la idea de cambiar de colegio. En definitiva, los dos habían tenido una infancia rebelde. Luego le asaltó el recuerdo de haría...¿cuatro días? Se acordó de ver a Anabeth caer a Anabeth y sujetarla para que no se cayese para después ver como su hermano se reía y corría hacia su clase. Se acordó de disculparse por la insensatez de su hermano y de querer matarlo durante un segundo para luego acordarse de que seguía sosteniendo a Anabeth. Se pasó una mano por el pelo y se dijo que una vez hubiese salvado a su hermano, saldaría cuentas con él.
Le asaltó de repente un recuerdo que llevaba mucho tiempo guardado en lo más profundo de su mente, creyó que había sido a causa de la rabia que sentía ese momento hacia su hermano, el recuerdo de hacía ya tres años cuando, con solo quince años, sus padres le habían regalado un cuaderno y unos bolígrafos de dibujo. A Dake le había parecido una tremenda tontería y a Jake casi lo mismo, no se le daba mal el dibujo, pero nunca había sido su entretenimiento favorito. Pasaron meses y Jake no se acordó de sus bolígrafos ni de su cuaderno, hasta que un día Anabeth apareció por su clase para enseñarle a Katia un cuaderno plagado de dibujos, nunca en ese colegio había estado en una clase que no fuese la de Katia y por lo tanto, Anabeth solía aparecer muy frecuentemente, el cuaderno le recordó a Jake el regalo de sus padres y vio en una página por la que tenía Anabeth abierto el cuaderno un dibujo de un ángel con las alas de colorines y debajo del dibujo una palabra: Sueña. En ese momento decidió que haría un dibujo él con la misma palabra pero diferente al de la chica. Una semana después, ya había terminado el atrapa sueños a lápiz y solo le quedaba repasarlo con los bolígrafos de sus padres. Cuando terminó, el unes por la tarde, decidió enseñárselo a su hermano, pero a diferencia de la reacción que esperaba por su parte, a Dake se le ocurrió soltar una de sus bobadas de turno:
- Menudo dibujo, ¿a quién piensas impresionar? dibujar es de niñas y, además, no creo que a nadie le guste ese garabato sin sentido- después de esta observación, Dake se enfrascó de nuevo en su libro e hizo caso omiso a las réplicas de Jake, quien volvió a su habitación.
Se enfadó tanto consigo mismo y con el dibujo que acabó por romperlo, meter los rotuladores en el fondo de un armario y tirar el cuaderno por detrás de la estantería.

Anabeth por el contrario, estaba empezando a comprender lo que significaban los sueños que estaba teniendo, todos estaban relacionados con estrellas y lunares, luego estaba lo de la estrella polar a la que tenía que encontrar, una sola estrella, un solo lunar y Jake...Jake la había protegido todo el tiempo, las piezas del puzle empezaba a encajar, pero todavía faltaban unas cuantas por salir a la luz.
El coche pegó un frenazo y si no hubiese sido porque Nimb había sujetado a Jake y el chico a Anabeth, se habrían caído todos.
- ¿Estáis bien?- les preguntó Jake.
- Menudo parón, no me lo esperaba- sonrío Anabeth frotándose la cabeza.
- Menos mal que me agarré- dijo Nimb señalando una barra de metal al lado de  los asientos.
Los otros tres soldados que estaban enfrente de ellos parecía de un grado superior y se reían por lo bajo. Salieron del coche de uno en uno y una luz cegadora los dejo sin vista un instante para luego encontrarse en un lugar totalmente distinto a lo que habían visto nunca:
Los edificios eran de únicamente dos plantas y eran todos de ladrillo oscuro, los únicos edificios que eran diferentes eran un edificio blanco de unas tres o cuatro plantas de blanco impoluto y un enorme edificio de estampado de camuflaje que parecía un ayuntamiento de tres plantas.
Los edificios estaban todos colocados por filas en forma de cuadrado alrededor del "ayuntamiento" y una de las esquinas del cuadrado era el edifico blanco.
- Tal como me lo esperaba- sonrió Nimb.
- Pues yo no me lo esperaba así, me lo esperaba bastante peor- le susurró Anabeth a Jake.
-¿Por?- preguntó Jake sarcástico.
- No sé, tal vez porque han raptado a nuestros amigos y...bueno...¿Tú qué crees?- respondió la chica en el mismo tono sarcástico.
Una mujer de mediana edad con bata blanca de farmacéutica habló por un megáfono para indicar que les daría a los nuevos 'reclutas' un tour por la instalación después de que pasasen los enfermos.
-...¡Abrid un pasillo por favor!- concluyó.
- ¿Enfermos?- preguntó Nimb.
- Enfermos- afirmó Jake lleno de una repentina rabia.
Anabeth alcanzó la mano de Jake y se la acarició.
- Tranquilo, tranquilo.
Nimb supo en ese momento que le escondían algo y se propuso adivinar el qué más adelante.

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